Hoy voy a hablar de una excelente película, de un testimonio impresionante de una época muy oscura que ojalá pueda superarse pronto. El blog 39escalones le ha dedica un post realmente excepcional que os recomiendo. Con ‘In the name of the father’ (‘En el nombre del padre’), Jim Sheridan y Terry George iniciaron en 1993 la gran trilogía, a mi juicio, del cine histórico contemporáneo irlandés, que completarían más tarde con ‘Some mother’s son’ (‘En el nombre del hijo’, 1996) y ‘The Boxer’ (1997). El director dublinés Jim Sheridan dirigió la primera y la tercera películas de esta trilogía y produjo y coescribió la segunda, que fue dirigida por Terry George, coguionista a su vez de las que había dirigido Sheridan.
Terry George, un chico de Belfast que creció en mitad del conflicto (en los ’70 estuvo preso por su relación con el INLA, una escisión del IRA Oficial), parece ser la argamasa de estos tres títulos que describen de forma contundente la compleja realidad norirlandesa. ‘En el nombre del padre’ surge de las memorias de Gerry Conlon, que fue condenado injustamente junto a su familia y amigos acusado de perpetrar un atentado del IRA. En la película se suceden varios niveles narrativos:
- Primero, el retrato de los guetos católicos en el Norte de Irlanda en los ’70. En un contexto de ocupación militar británica y de discriminación estructural anticatólica, los barrios están llenos de pobreza y delincuencia juvenil, quedando la “seguridad” y la «justicia» a cargo del IRA. Esta parte introductoria termina con la escena en que el joven marginalizado Gerry Conlon, ladrón de poca monta, huye de Belfast amenazado por el IRA y debe buscarse la vida en Londres.
- Segundo, la guerra sucia de Londres contra el IRA que va a convertir en víctimas colaterales a toda la comunidad católica/nacionalista del Norte de Irlanda. El Gobierno británico aprovecha las más sórdidas experiencias de sus guerras coloniales para hacer frente a la insurgencia que representa el IRA. Militares y policías, en conjunción con las bandas paramilitares protestantes/lealistas, van a crear una trama que vulnera las mínimas garantías constitucionales y todo ello con el amparo del poder judicial. La película describe minuciosamente cómo Gerry Conlon (interpretado por Daniel Day-Lewis), es detenido como chivo expiatorio y se le arranca una falsa confesión bajo tortura, lo que permite acusarle de pertenencia al IRA y de cometer el atentado contra una taberna de Guilford que había provocado cinco muertos. Familiares y amigos de Conlon serán condenados a largas penas, llegando a morir el padre de Gerry en prisión.
Tercero, la lucha ciudadana por la verdad hasta conseguir que se reabra el caso, se absuelva a los condenados y el Estado reconozca el grave error judicial cometido. En un final épico, el filme narra el coraje de Gerry, que ha madurado en prisión y que, espoleado por el objetivo de honrar el buen nombre de su padre, logra que los tribunales le den la razón, gracias a la infatigable abogada que encarna Emma Thompson.
La película ayudó a que Gerry Conlon, ya en libertad, prosiguiera con su lucha por la verdad y lograra algo impensable: que el Primer Ministro británico le pidiera perdón. Así ocurrió en febrero de 2005, cuando Tony Blair pidió perdón pública y solemnemente a la familia Conlon y al resto de implicados, reconociendo la inocencia de las víctimas de uno de los errores judiciales recientes más sangrantes del Reino Unido. Este gesto, exigido por los republicanos, formó parte del intercambio de pasos que llevaron a buen puerto el proceso de paz en Irlanda del Norte. Sin duda, doce años después de su estreno, éste es un buen epílogo para la película.
Si queréis saber más sobre el sistema judicial británico, sobre los “Guantánamos” de los ’70 y los de ahora mismo, sobre los excelentes actores de ‘En el nombre del padre’ (los protagonistas y los secundarios de lujo) e incluso más detalles sobre el argumento de esta película, debéis visitar 39escalones, uno de los mejores blogs de cine que conozco.
Gracias por la cita, Chesús. A ver si entre todos conseguimos que estas cosas no se olviden y así no se repitan, en especial en este país, ahora que a la gente le ha dado últimamente por recibir palos en los cuarteles de los mossos, por morirse en el patio de un cuartelillo de la guardia civil tras una paliza o por arrojarse por el hueco de la escalera de una comisaría.
Reitero las gracias. Un abrazo.
La película es buena, pero no llega a ser para mi una gran película.
Vi hace poco «El viento que agita la cebada», y esta si que me deslumbró. La tragedia del hermano contra el hermano, me pareció que tenía resonacias en la mitología irlandesa, con la lucha de Cuchulain contra su amigo Ferdia, obligado a matarle. Tremendo.
Y esto, a pesar que la hizo un inglés.
A mí me parece una gran película. En cuanto a la última de Ken Loach sólo decir que es tan buena como maniquea. Me gusta que me dejen pensar, y esto a veces no me lo pone fácil este director. Se empeña en dirigir al espectador como si fuéramos bobos.
Un abrazo
«En el nombre del padre» es una buena película, también «The boxer». No he tenido ocasión de ver todavía «En el nombre del hijo».
Y de «El viento que agita la cebada»… qué vamos a decir? Una auténtica maravilla. Trágico y estremecedor como todos los buenos relatos épicos. Por cierto, me gusta la comparación que hace Aguarun con la leyenda de Cu Chulainn y Fédeard.
Buena película.
vi esa pelicula,no se si tendra mas de una version,la verdad,demasiado buena,pero bastante fuerte,y ahi,termine,como muchas veces,gracias a la musica.