Crece la polémica por la destrucción del valle de Tara. Las esperanzas de salvar este histórico lugar, sede de los Altos Reyes de Irlanda, amenazado por la autopista M3 en construcción, se han diluido últimamente. Tras las elecciones legislativas de mayo, el Ministro de Medio Ambiente, Patrimonio y Gobierno Local Dick Roche, aprovechó sus últimas horas en el cargo para aprobar la destrucción del yacimiento de Lismullen, un hallazgo considerado como monumento nacional y que debería haber obligado a reconsiderar el proyecto de autopista. A continuación, la entrada del Partido Verde en el tercer gobierno del Taoiseach Bertie Ahern vino a despertar ciertas esperanzas. Los defensores de Tara han reclamado al nuevo Ministro de Medio Ambiente, el verde John Gormley, que revise la decisión de su antecesor y modifique el trazado de la M3. Sin embargo, Gormley ha respondido que no puede saltarse decisiones judiciales relacionadas con el monumento de Lismullin y la M3.
A finales de junio, una delegación de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo ha visitado los valles de Gabhra y Tara. Los europarlamentarios se reunieron con el investigador del transporte Brian Guckian, con la representante de la Sociedad Arqueológica e Histórica del Condado de Meath Julitta Clancy y con miembros de la Campaña ‘Save Tara’, que habían solicitado la intervención de las instituciones europeas.
La europarlamentaria independiente irlandesa Kathy Sinnott, vicepresidenta de la Comisión de Peticiones, ha intervenido el pasado miércoles en el Pleno de la Eurocámara en Estrasburgo para reclamar una moratoria inmediata en la construcción de la M3. El propio comisario europeo Stavros Dimas ha expresado sus preocupaciones dirigiéndose a la Autoridad Nacional de Carreteras de Irlanda (NRA, National Roads Authority). En instancias europeas se considera fundamental el hecho de que el monumento nacional de Lismullin no fuera descubierto por los métodos exploratorios iniciales, lo que demuestra que todavía puede haber otros monumentos sin descubrir en el trazado de la autopista.
Por su parte, el parlamentario del Sinn Féin Aengus Ó Snodaigh ha manifestado que su partido pretende acabar con los perjuicios que sufren quienes viajan por Meath pero sin poner en peligro un lugar tan importante para el patrimonio irlandés y mundial. Por ello, los republicanos apoyan la construcción de una autopista por la región, pero por otro itinerario distinto, alejado de Tara. Ó Snodaigh ha acusado al Partido Verde de mentir a los irlandeses, pues durante la campaña electoral se había comprometido a salvar los valles de Gabhra y Tara, renunciando a ello en su negociación con el Fianna Fáil para poder formar gobierno.
Pero qué pesadicos se están poniendo… ¿Seguro que Biel no ha ido a Irlanda de vacaciones? Que este en cuanto llega a un sitio, se pone a hacer boquetes…
Un abrazo
A quienes nos visitan desde cualquier lugar del mundo, deberé aclarar que el comentario de 39escalones es una alusión irónica a un tal Biel (vicepresidente del Gobierno de Aragón), amigo de obras faraónicas sin tener en cuenta los impactos sociales, ambientales, etc.
Las de Entrenómadas llaman a este tipo de políticos «Imbéciles sin fronteras», proque los hay en todas partes.
Slán go fóill!
Mitos y leyendas, nuestra herencia milenaria nos animan a viajar hacia el Oeste, a las Islas Eternas. Allí esta Tara con otros como Newgrange, Dowth y Knowth. ¿Desaparecerá bajo el asfalto de una autopista? Sería un terrible golpe a los arquetipos europeos.
Ojalá se imponga la cordura. En Galicia llevamos años sufriendo atentados de este tipo, con total impunidad. Hubo una época en que incluso se planteó derribar… ¡¡la muralla de Lugo!! Afortunadamente, las cosas parecen ir cambiano poco a poco.
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