Mairéad Farrell

Homenaje a Mairéad Farrell en Stormont (8/03/2008)Los unionistas pusieron el grito en el cielo cuando los parlamentarios del Sinn Féin anunciaron que iban a celebrar en el edificio de la Asamblea de Stormont, con motivo del Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo, su acto de homenaje a las mujeres republicanas, dedicado especialmente a Mairéad Farrell, voluntaria del IRA asesinada en Gibraltar por tropas británicas estando desarmada hace ahora veinte años. Sin embargo, con algunas limitaciones, el acto pudo desarrollarse y fue un éxito de público. [En la foto, Niall Farrell, hermano de Mairéad Farrell, junto a su sobrina también Mairéad y la parlamentaria del Sinn Féin Jennifer McCann]. La parlamentaria del Sinn Féin Jennifer McCann, organizadora del encuentro, recordó los años de cárcel que había compartido con Mairéad Farrell y consideró más que probable que, de haber sobrevivido, hoy ella sería representante electa del Sinn Féin y no andaría muy lejos de Stormont.

Mairéad FarrellMairéad Farrell se ha convertido en estos últimos años en el símbolo de la mujer republicana luchadora (comparable a la Condesa Markievicz de 1916 en la tradicional iconografía republicana irlandesa). Nacida en Belfast el 3 de marzo de 1957, se incorporó al IRA en 1975. Al año siguiente fue detenida y condenada por posesión de explosivos a catorce años en la prisión de mujeres de Armagh, donde se convirtió en una líder para sus compañeras en la lucha por el reconocimiento de sus derechos como prisioneras de guerra. Rehusó vestir uniforme de prisión, encabezando la protesta de las mantas en Armagh y luego la “protesta sucia”. El 1 de diciembre de 1980 emprendió una huelga de hambre junto a Mary Doyle y Mairéad Nuggent (en coordinación con sus compañeros de Long Kesh), que finalizó el día 19, ante las promesas de Londres de aceptar sus condiciones. Tras el incumplimiento por parte de las autoridades, desde Armagh se apoyó en marzo de 1981 la segunda huelga de hambre encabezada por Bobby Sands y los presos republicanos de Long Kesh. Entonces Farrell llegó a concurrir como candidata en las elecciones generales de la República de Irlanda por un distrito de Cork con las cinco reivindicaciones de los presos como único programa, recibiendo el 6% de los votos.

Liberada en octubre de 1986, empezó a estudiar Ciencias Políticas y Económicas en la Universidad de Queen’s en Belfast, pero pronto se reincorporó al IRA. En 1988 viajó a Gibraltar [colonia británica en la punta sur de España], junto a Seán Savage y Daniel McCann, con instrucciones de perpetrar un atentado contra un desfile militar en el cambio de guardia de la residencia del Gobernador. Sin embargo, los servicios de seguridad británicos los identificaron y las fuerzas especiales del SAS les prepararon una emboscada (bautizada como ‘Operación Flavius’). Así, el 6 de marzo, estando desarmados, fueron tiroteados hasta morir junto a la gasolinera de Shell de la avenida Winston Churchill. En esta ocasión hubo testigos presenciales que pudieron desmentir la versión oficial que hablaba de intercambio de disparos. Se les disparó estando tumbados en el suelo. Mairéad recibió ocho disparos. No llevaban armas, ni bombas ni ningún control remoto. Aquellos tres asesinatos conmovieron a la comunidad nacionalista en el Norte de Irlanda.

Los “tres de Gibraltar” fueron recibidos como héroes en los barrios nacionalistas/católicos. Sus funerales fueron multitudinarios, pero se convirtieron en nuevos campos de batalla, ya que durante esos años los funerales republicanos eran atacados sistemáticamente por la RUC (policía norirlandesa), el ejército británico y/o los paramilitares lealistas.

Un artículo del New York Times de aquel entonces reflexionaba sobre la figura de Mairéad Farrell: “Lo que emerge es un retrato de una mujer atractiva, que habla suavemente, determinada a acabar con lo que ella percibió como las injusticias que rodeaban su vida diaria. Para la gente de Falls Road [en Belfast Oeste] era una patriota. Para los británicos, era una terrorista. Para su familia, era una víctima de la historia irlandesa”.

[Nuestro amigo JoanM nos recomienda un libro que cuenta esta historia terrible: ‘Murder on the Rock’, de Maxine Williams (‘crimen en la Roca’, como se denomina al Peñón de Gibraltar), publicado en esta web].

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4 respuestas a Mairéad Farrell

  1. 39escalones dijo:

    Actos como esos asesinatos deslegitiman a las democracias que dicen luchar contra el terrorismo. Es vergonzoso, y normalmente provocan el efecto contrario al que pretenden conseguir. Deberían haberlos detenido, procesado, y si había base suficiente, condenado.
    Pero por otro lado, otra cosa es homenajear y jalear a esta gente, que eran terroristas, por muy altos o justos que fueran sus ideales. No me gusta que en Euskadi nombren hijos adoptivos u homenajeen a asesinos de niños, por citar uno, que los consideren mártires, y desde luego, tampoco me gusta que suceda fuera de España.
    Un abrazo

  2. Andie dijo:

    Estoy de acuerdo con 39escalones, no debería consentirse ninguna de las dos cosas: ni lo que hicieron los ingleses por desalmados, ni lo que han hecho los irlandeses, aunque para mí no se puede comparar a esta mujer y sus camaradas con los etarras, porque esta gente tenía las ideas muy claras, y al menos sabían hablar sin herir a su contrario de palabra. Ellos no. Y puedo parecer un tanto atrevida diciendo esto, pero es mi opinión. Besiños y abrazos desde Galicia!

  3. Andie dijo:

    Con lo que dije de que esas personas sabían como expresarse sin herir, me refería a Mairead y los demás, pues creo que un acto tan cruel como dispararle a álguien desarmado es un acto de lo más cobarde y sin escrúpulos. En fin, me harían falta hojas enteras para expresarme, así que voy a dejar de hacerlo. Slán leat!

  4. Kelly dijo:

    Una chica guapa, con estudios y con determinación, arrastrado a la lucha contra la presencia Británica en el norte de Irlanda por los circunstancias del momento, que paso realmente mal en su juventud, fue encarcelado, estuvo 10 años encerrado en condiciones infra humanas. Hizo huelga de hambre, protesta sucia (poner sus excretos y menstruación en la pared, en vez de salir a limpiarlo y sufrir las agresiones de sus carceleros. No te olvido .Rezo para ti Mairéad y RIP. Un gran admirador.

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