En Innisfree ya veníamos hablando de la creciente amenaza disidente al proceso de paz (y de la denuncia del líder republicano Gerry Adams deslegitimando a los paramilitares disidentes) y ayer mismo alertábamos sobre el retorno del ejército británico a las operaciones contrainsurgentes (de triste recuerdo). Pues bien, el terrorismo disidente se ha cobrado sus primeras víctimas desde la masacre de Omagh en 1998. Anoche se produjo un ataque contra una base militar británica en Irlanda del Norte, en la que se aloja el Regimiento 38 de Ingeniería del Ejército, cobrándose la vida de dos soldados y dejando heridas a otras cuatro personas, según informan fuentes policiales. Dos de los hospitalizados son civiles y los otros dos militares, todos ellos varones.
El incidente tuvo lugar ayer sábado -sobre las 22.40 hora española peninsular- en Massereene, en el condado de Antrim, situado a unos 25 kilómetros al norte de Belfast. Según declaraciones del diputado unionista Jeffrey Donaldson a la cadena BBC, dos personas entraron en el cuartel haciéndose pasar por repartidores de pizzas y, desde el vehículo, abrieron fuego contra el personal militar.
Hasta el momento se desconoce la autoría del asalto (ningún grupo lo ha reivindicado aún) [Actualización: el atentado ha sido reivindicado por el Real IRA (IRA Auténtico o RIRA)], que se produce después de que el pasado viernes el comisario jefe del Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI, por sus siglas en inglés), Hugh Orde, ordenase el apoyo de un dispositivo de Londres tras constatar un incremento de la actividad de los paramilitares que ha llevado al MI5 británico, responsable de recabar información en la materia, a elevar el nivel de alerta a la categoría de «severo», que significa que un atentado era «altamente probable».
El Premier británico, Gordon Brown, ha señalado que se hará todo lo posible para llevar ante la Justicia a los autores del «terrible suceso»: «Ningún asesino podrá hacer descarrilar un proceso de paz que cuenta con el apoyo del pueblo de Irlanda del Norte». Por su parte, el Ministro británico para Irlanda del Norte, Shaun Woodward, ha calificado el tiroteo como «acto de barbarismo criminal», al tiempo que manifestó su apoyo a las familias de los «muertos y heridos en este ataque mortífero». «El contraste entre quienes sirven a la comunidad y quienes la destruirían no pueden ser más claro. La gente que hizo esto será perseguida y nunca detendrá el proceso político en Irlanda del Norte», subrayó Woodward.
Condena del Sinn Féin
El Presidente del Sinn Féin Gerry Adams ha condenado el asesinato de dos soldados británicos en el Condado de Antrim anoche, diciendo que se trata de un ataque al proceso de paz. Adams ha recordado que los que han perpetrado el atentado no cuentan con respaldo social y ha urgido a los miembros del Sinn Féin a ayudar a la investigación policial. “El ataque de anoche fue un ataque al proceso de paz. Es algo equivocado y contraproducente. Sus responsables no tienen apoyo, ni estrategia para alcanzar una Irlanda unida. Su intención es llevar a los soldados británicos de vuelta otra vez a las calles [del Norte de Irlanda]. Ellos quieren destruir el progreso de los últimos tiempos y volver a hundir a Irlanda en el conflicto”. Gerry Adams ha señalado que los republicanos y demócratas irlandeses tenían el deber de oponerse a la violencia y defender el proceso de paz.
Por otra parte, el Primer Ministro de Irlanda del Norte, el unionista Peter Robinson, ofreció su apoyo a los familiares de las víctimas y adelantó que pospondrá un viaje que tenía previsto a Estados Unidos para hacerse cargo de la situación y manifestó que el ataque es un «terrible recordatorio de hechos del pasado». «Estos asesinatos fueron un acto inútil de quienes no tienen ni apoyo de los ciudadanos ni perspectivas de éxito en su campaña», agregó el jefe del Gobierno autónomo norirlandés.
Los ataques paramilitares en Irlanda del Norte son ahora escasos en comparación con los años más duros de la confrontación (en tres décadas de práctica guerra civil hubo más de 3.000 muertos). Sin embargo, en los últimos 18 meses, se ha visto un recrudecimiento de la actividad violenta de grupos paramilitares republicanos opuestos al proceso de paz, entre ellos más de una docena de intentos fallidos de asesinato contra agentes de la policía británica. En enero, un coche bomba con 136 kg de explosivos fue hallado cerca de una escuela en Castlewellan, en el condado de Down. Una alerta telefónica indicó que la bomba fue inicialmente destinada a una base militar británica cercana, pero que luego fue abandonada.
Como bien dices, mucho británico e irlandés hay detrás de este siniestro, pues como ya comentabas acertadamente, Belfast no andaba quieto estos días sino alerta ante un posible ataque que trágicamente se ha dado.
Suerte que Gordon Brown ha entendido la estrategia de unos pocos que quieren reventar el trabajo de muchos años, pero no lo conseguirán!!!
ERIN GO BRAGH!
Saludos 🙂
Luis
http://descubreirlanda.blogspot.com/
Triste pero previsible,una vez más la dinámica de las armas,uno mueve ficha,el otro responde.
Triste volver a las andadas,y van tres en poco tiempo,uno en Derry (narco)y dos en belfast( militares Británicos)…en fin.
Reivindicado por el RIRA.
Lamentablemente, siempre que alguien quiere salir de la caverna también hay quienes quieren volver a meterlo dentro. En estos procesos no faltan involucionistas que hacen de la muerte y la mafia su estilo de vida. Apliquémonos el cuento para cuando nos toque, que ojalá sea pronto. Son caminos largos y llenos de sufrimiento, pero el fin merece la pena. Creo que, en cualquier caso, les saldrán los tiros por la culata. Lástima que no les ocurriera en el momento del atentado.
Un abrazo.