Acusado un joven de 17 años del asesinato del policía en Craigavon

Un joven de 17 años, cuyo nombre no se ha revelado, ha sido acusado formalmente de la muerte del agente de policía Stephen Carroll hace dos semanas en la localidad norirlandesa de Craigavon. De momento, es el único acusado. Ha comparecido esta mañana ante el Tribunal de Magistrados de Lisburn, acusado de pertenecer al IRA de Continuidad (CIRA), de estar en posesión de un arma de fuego (un rifle de asalto AK-47 y 25 balas) y de recabar información para el citado grupo, que asumió la autoría de ese atentado. Durante la vista, que ha durado apenas cinco minutos, el inspector de la Policía norirlandesa (PSNI) John Caldwell ha defendido ante la jueza instructora, Rosie Watters, que sus testimonios demostrarán la vinculación del acusado con los cargos presentados. Por su parte, el abogado defensor, Paddy Moriarty, ha anunciado que su cliente se declarará inocente y, aunque no ha pedido su libertad bajo fianza, ha interrogado al inspector sobre el periodo de tiempo que ha permanecido detenido y la frecuencia de los interrogatorios. El menor volverá a comparecer ante el Tribunal de Lisburn, en las afueras de Belfast, el próximo mes de abril a través de una videoconferencia.

Esta imputación del menor ha sido confirmada tras haber superado el récord de detención sin cargos, hasta trece días, al igual que otro arrestado, un hombre de 37 años. [Actualización del 25/03/09: El hombre de 37 años también ha sido acusado del asesinato del policía y puesto a disposición judicial. Se trata de Brendan McConville, que fue concejal del SF en 1993-97, antes del Acuerdo de Viernes Santo]. Otras cuatro personas permanecen detenidas en relación con el tiroteo de Craigavon, mientras que esta pasada noche otros dos hombres, de 27 y 31 años, que también habían sido arrestados por la muerte del agente, han sido puestos en libertad sin cargos. Por otra parte, cuatro personas más están siendo interrogadas por el atentado cometido dos días antes contra la base militar británica de Massereene, en el condado de Antrim, en el que fallecieron dos soldados.

La prolongada detención de los sospechosos sin pasar a disposición judicial ha suscitado críticas desde diversos ámbitos. La Comisionada para los Derechos Humanos de Irlanda del Norte, Monica McWilliams, ha condenado hoy la prolongada detención sin cargos de las ocho personas que permanecen en dependencias policiales, de las que seis han presentado un recurso ante el Tribunal Superior del norte de Irlanda. Según ha dicho, están recluidos en celdas destinadas a estancias cortas y por ley podrán ser retenidos sin cargos hasta 28 días.

Ayer, fue el presidente de Sinn Féin, Gerry Adams, quien denunció la vulneración de derechos humanos de los arrestados al exceder el tiempo de su detención sin cargos y reclamó que se les abriese un proceso o fueran puestos en libertad: «Si hay pruebas contra alguien, esa persona debe ser acusada y las evidencias presentadas ante la Justicia», insistió Adams, quien recordó que todo ciudadano, «independientemente de lo que haya hecho», tiene derechos.

Según la legislación vigente, los detenidos pueden permanecer bajo custodia policial durante 48 horas, aunque el periodo de detención se puede extender hasta un máximo de 28 días más si se obtienen sucesivos permisos judiciales.