Constance Markievicz es recibida en Dublín a su salida de la cárcel en medio de una multitud delirante. El martirio de los ejecutados de 1916, la desproporción de la represión británica, el heroísmo demostrado por los antiguos combatientes y el trabajo desarrollado por sus familiares y amigos han cambiado completamente la opinión pública irlandesa. Las organizaciones republicanas se han transformado en el Ejercito Republicano Irlandés (IRA), liderado por Michael Collins, y el Sinn Féin ocupa un espacio importante en la política, donde Constance reanuda su labor. Es encarcelada nuevamente en 1918 por ello, y resulta electa como parlamentaria de la Cámara de los Comunes mientras permanece en prisión. Así se convierte en la primera mujer en ostentar la condición de miembro electo de un Parlamento.
Pero, al igual que sus compañeros, no llegará a sentarse en Westminster. El 21 de Enero de 1919 la mayoría de los diputados irlandeses, en rebeldía, se constituyen como la primera Dáil Éireann (parlamento irlandés) y proclaman la independencia de Irlanda. Constance continúa encarcelada hasta marzo de ese año. Un mes después, es nombrada Ministra del Trabajo en el gabinete constituido por Éamon de Valera, considerado actualmente el primer gobierno republicano irlandés. Se convierte así en la primera mujer ministra en Europa. Su ministerio es reconocido como uno de los más eficaces a pesar de actuar en la clandestinidad. “Madame” arbitra los litigios, apoya las huelgas y hace cumplir las consignas de seguridad, logrando librarse de las incursiones de la policía.
El gobierno británico reacciona declarando ilegal la Dáil y las organizaciones republicanas. El IRA emprende la guerra de independencia a través de una estrategia de guerrillas, que logrará hacer negociar a los ingleses en 1921. Pero el Tratado angloirlandés, en el que Inglaterra mantiene la soberanía sobre seis condados del Ulster a cambio del estatus de Estado Libre para el resto de la isla, dividió al movimiento republicano y provocó el estallido de la guerra civil. Constance, como la mayoría de las mujeres republicanas, se opuso al Tratado con energía en las sesiones de la Dáil Éireann. El 7 de Enero de 1922, tras perder la votación decisiva por estrecho margen, la Condesa acompaña a Éamon de Valera cuando abandona la Dáil, junto a cincuenta y seis parlamentarios más. Aquella es la imagen de la escisión y de la guerra civil.
Poco después, Constance es enviada por de Valera a los Estados Unidos, como portavoz republicana. Cincuenta periodistas y fotógrafos la aguardan en Nueva York, donde tiene gran éxito en sus mítines. Vuelve a Irlanda en plena guerra civil, y en 1923 es encarcelada nuevamente, esta vez por el Estado Libre. Allí inicia una huelga de hambre, tras la cual es liberada.
En 1926 se incorpora al Fianna Fáil, el partido republicano fundado por Éamon de Valera tras la guerra civil. Ella preside el acto fundacional en el Teatro La Scala. En 1927, recupera su escaño por el Sur de Dublín, tras una encarnizada campaña, en la que el Fianna Fail obtuvo 43 escaños convirtiéndose en la segunda fuerza politica de la Dáil. Continuaría apoyando la República, junto a otras militantes históricas, como Hanna Sheehy Skeffington y Madeleine Ffrench–Mullen.
En esa época vive en las zonas pobres de Dublín, donde decidió compartir sus últimos días. Enferma quizá de tuberculosis, su amiga Kathleen Lynn, accediendo a sus deseos, la ingresa en la sala común del Hospital Patrick Duns, donde muere, en compañía de su esposo e hijos, a los 59 años, el 15 de julio por una peritonitis. Desaparecía así una figura trascendental de la historia contemporánea irlandesa. Recibió los honores de un funeral de Estado, y una multitud de 100.000 desfiló frente a su ataúd durante 48 horas, hasta que fue enterrada en el cementerio dublinés de Glasnevin.
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[Texto de Sol Santander].
¡Qué historia para una película! ¿Hay alguna ya sobre su vida?
Pues no, Beatriz, lamentablemente no se les ha ocurrido todavía. Y sin embargo, es una historia apasionante. Siempre he pensado que podría hacerse una gran película. Podría no, ¡debería hacerse! ¡Los irlandeses se la deben a Constance Markievicz!!!
Si hicieron ‘Michael Collins’ y fue un éxito, ¿por qué no ‘Condesa Markievicz’? Sería doble éxito.
De acuerdo con la película. Gracias,Sol,bién hecho. Te parecerá una bobada,pero te prometo que a partir de ahora cuando vuelva a St.Stephen y pase ante su placa en lugar de murmurar»mis respetos,señora»como suelo hacer la dedicaré mi mejor saludo militar. Muy interesante.
De nada, Bruno. Fue y es (porque vendrán más damas a visitarnos por aquí) un gran placer. Y creo que Constance se merece los dos, los respetos y el saludo militar, porque a pesar de su coraje jamás dejo de ser una dama. Por algo la apodaron «Madame»
La película ya tiene su público. Si conocen a algun productor, por favor diganle que me ofrezco de asistente gratuita o al menos como extra, así sea en la última fila de una formación de Cumann na mBan. Ya en serio, en verdad, Constance se merece un biopic con todas las de la ley. O al menos una excelente novela.
Para Chesús:Como soy bastante nuevo en este blog y yendo al tema de películas,te agradecería mucho si me dijeses si en su día comentásreis la peli»Michel Collins»y cómo puedo acceder a ello. La película me gustó,(se nota que hubo dinero y estaba muy bién ambientada),pero historicamente me parece que»chirría»a veces. Gracias por tu blog y te agradecería respuesta.
De la película escribí esto: https://innisfree1916.wordpress.com/2006/11/15/la-sublevacion-de-pascua-en-el-cine/
Y también escribí algo sobre un libro sobre Collins: https://innisfree1916.wordpress.com/2007/04/14/%E2%80%98dia-de-ira%E2%80%99/
Comparto tu criterio. la peli estaba muy bien. Quizá parecía postizo el papel adjudicado a Julia Roberts. Y tal vez muy maniquea la caricaturización del personaje de De Valera (no sé si se pasó el director ahí). Pero los actores estaban impecables (tanto Liam Neeson como Alan Rickman).
Saludos fenianos.
Como desagravio por haber tomado alguna información de tu blog, tienes un regalo en el mío
Un saludo
Gracias,Chesús. Justo por de Valera iba mi comentario.Ciertamente los anti-tratado no podían vencer en la tan poco conocida(incluso en Irlande)guerra civil.Curiosamente M.Collins y Harry Boland estuvieron al menos un tiempo enamorados(o al menos»pretendiendo»)a esa misma mujer,pero de ahí a…En fín,de todas formas me gustó.
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