El modelo irlandés que había basado buena parte de su éxito económico en los bajos impuestos ha llegado a su fin. La crisis financiera ha obligado al Gobierno de Dublín a rescatar a los bancos Anglo Irish Bank y Allied Irish Bank con 50.000 millones de euros (así se reconoció el pasado 30 de septiembre). El elevado coste de las ayudas a sus bancos va a elevar el déficit público hasta la increíble cifra del 32%, lo que, según las previsiones de Bruselas, obligará al Gobierno de Dublín a aumentar sus impuestos y acabar así con su modelo de dumping fiscal. Olli Rehn, comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, advirtió ayer de que «en la próxima década, es un hecho innegable, que después de lo que ha ocurrido, Irlanda no continuará como un país de bajos impuestos, sino que más bien se convertirá en un país fiscalmente normal en el contexto europeo».
Rehn hizo estas manifestaciones al finalizar el consejo informal de Economía que debatió también el espinoso asunto de establecer impuestos a la banca para recuperar al menos una parte de las cuantiosas ayudas proporcionadas por los Gobiernos con el dinero de los contribuyentes.
El sistema de competencia fiscal desleal irlandés basado en un impuesto de sociedades del 12,5%, frente a una media europea del 27% ha sido barrido por la crisis. La deslocalización de empresas debido a las ventajas fiscales hacia Irlanda había causado un fuerte malestar en muchos países de la UE, que mantienen una imposición fiscal más elevada y menos diferenciada entre sí. En Francia y Bélgica, el tipo de sociedades es del 34%; en Alemania y España del 30% y en Reino Unido del 28%.
En materia fiscal tanto Rehn como Jean-Claude Trichet, presidente del BCE insistieron en que «es esencial que Irlanda haga honor a sus compromisos» para reducir el déficit hasta el 3% en 2014. Rehn precisó que esperaba que en los próximos días, el Gobierno de Dublín presente un plan detallado «año por año y sector por sector» sobre su plan de reducción del déficit. También se exigió a Portugal nuevos compromisos para ajustar sus cuentas públicas.
Didier Reynders, ministro de Finanzas de Bélgica, negó que la UE hubiera hecho una recomendación específica a Irlanda sobre su política fiscal, pero precisó que «si la consolidación fiscal tiene lugar en muchos países de la UE, puede ser beneficiosa para pensar en una armonización fiscal». Desde hace años la Unión intenta infructuosamente alcanzar un acuerdo para establecer un tipo mínimo sobre el impuesto de sociedades, para lo que se precisa la unanimidad.
[Fuente: El País y El Periódico]
Irlanda no se independizó de Gran Bretaña para caer en las manos de Bruselas. Esperemos que en Dublín no hagan mucho caso, ya que para la recuperación de Irlanda será fundamental la inversión extranjera.
Un saludo.
Visto lo visto NADIE se independizará jamás de los famosísimos «MERCADOS» Todopoderosos.
NADIE subirá las escalinatas del edificio de la Bolsa de Nueva York en Wall Street ni leerá una Declaración de Independencia para después encerrarse en él y resistir todo lo que le mande el enemigo de la Humanidad hasta el último aliento como entonces.
Ni siquiera tendremos una «Terrible Belleza» que nos active después con las indudables represalias.
(Perdonadme,hoy estoy un poco «negativo»).