La Innisfree de Ford, vista por Antonio Rivero

(…) Pero Innisfree como tal pueblo no existe. Ford lo utilizó como emblema del país de sus padres, y superpuso el cristal de ese nombre al azogue de una aldea verdadera -Cong- que, cosas de la fonética, resulta ser de nombre más evocador de otros títulos fordianos como Mogambo o Hatari! que de lo irlandés añejo.

A Cong se llega por la carretera que bordea al Lough Corrib, y a la derecha, al final de terraplenes y pendientes, comienzan las aguas del lago, salpicado por centenares de ínsulas e insulinas que componen el jaspeado de su superficie, como la piel de uno de esos salmones o truchas en los que es tan abundoso. Alentados por esa prodigalidad acuden muchos pescadores todos los años, y por tal fue tomado el protagonista de El hombre tranquilo al llegar a la región.

Por túneles en la fronda, azul grisáceo entre la gama de los verdes, el coche, matrícula de Roscommon, se conoce el camino como si éste fuera su condado. Lo llevan mis manos, cuyas líneas portan inscritas el destino de la venida a este lugar, demostración palpable de una quiromancia grabada en las arterias y venas que embrazan al corazón que es el volante y su airbag, como la imagen prensil de un anillo de Claddagh bajo la corona mágica de una iluminación celeste. La calzada sombría aun en verano, por el vicioso follaje que la rodea, lleva hasta las primeras casas, en las que ya se adivina la presencia de los personajes de Ford. Las pocas calles llevan ineludiblemente a los mismos sitios: la exigua plaza o ensanche, el pub, la iglesia en la que Sean le ofrece agua bendita a Mary Kate… (o la iglesia en la que siempre queremos recordar que Sean le ofrece agua bendita a Mary Kate). Repaso fotografías de Cong o Innisfree, y me veo de espaldas al bar de Pat Cohan, inalterable rótulo azul, que fue escenario de tantas felicidades de la película, hoy junto a un inoportuno surtidor de Texaco, intruso en el encuadre. (…)

Antonio Rivero Taravillo, Las ciudades del hombre, Llibros del Pexe, 1999.

Fuente: Fuego con nieve.

Anuncio publicitario
Esta entrada fue publicada en Cine, Innisfree1916, Paisajes de Irlanda. Guarda el enlace permanente.

Una respuesta a La Innisfree de Ford, vista por Antonio Rivero

  1. Sirena dijo:

    Puede que Innisfree como tal pueblo, no exista, pero -a tenor de las casualidades que me han traído hasta aquí- parece que todos los caminos llevan a él.

    Un saludo muy cordial

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s