La presentación de A gollada d’o bosque de Chesús Yuste el pasado viernes en la Librería La Pantera Rossa de Zaragoza se convirtió en un acto de reafirmación de la lengua aragonesa, precisamente en un día triste, coincidiendo con la dimisión del presidente del Consejo Superior de las Lenguas de Aragón, que denunciaba la actitud del Gobierno de Aragón dispuesto a dejar morir nuestro patrimonio cultural lingüístico. Los tres primeros intervinientes (y el autor en sus primeras frases) se expresaron en aragonés contribuyendo a la normalidad de nuestra lengua. El editor Chusé Aragüés (de Gara d’Edizions) expresó su voluntad de seguir trabajando por la normalización del aragonés y agradeció la presencia del periodista y editor del diario digital en aragonés Arredol Chorche Romance, que había aceptado la invitación a presentar el libro, a pesar de haber sido escrito con unas normas gráficas distintas a las que éste suele utilizar. Signo de unidad por encima de polémicas en tiempos difíciles. Romance destacó los valores literarios de la novela, así
como la aproximación que ofrece a Irlanda, su cultura y costumbres, su historia y realidad política, su lengua, el gaélico irlandés… A continuación, el responsable de la traducción de La mirada del bosque al aragonés, Pascual Miguel Ballestín explicó las claves de A gollada d’o bosque, desvelando algunos desafíos y algunas anécdotas: ¿Cómo se dice «huella dactilar» en aragonés? Ditalada, como la mancha que deja un dedo sucio en un vaso, por ejemplo. Finalmente, el autor, Chesús Yuste, agradeció a quienes le acompañaban en la mesa y también al autor de la fotografía de portada, Vicente Ansola, complemento excelente del libro. Recomendó la versión en aragonés porque le sentaba muy bien a la novela, que es policíaca, pero con humor irlandés, primo hermano de la socarronería aragonesa, y adquiere una nueva dimensión con las expresiones aragonesas. Recordó que la novela negra es la novela social de
nuestro tiempo, confesó que se inspira en la actualidad irlandesa y también en la aragonesa (como el guiño a Gran Scala, por ejemplo) y que ha empezado a escribir una segunda novela con el Dublín del Tigre celta como escenario a puntito ya de sumirse en la crisis (que, por cierto, guarda bastantes paralelismos en el caso irlandés y el caso español). Y luego, a firmar en verde: golladas por supuesto y alguna que otra mirada. 😉
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