Ayer en la Dáil (cámara baja del Parlamento de la República de Irlanda) el diputado del Sinn Féin (nacionalista de izquierdas) Aengus Ó Snodaigh presentó una proposición de ley para establecer un nuevo día festivo, Lá na Poblachta, el Día de la República, que se celebraría el 24 de abril, la fecha en la que Pádraig Pearse leyó la proclamación de la República irlandesa en las escaleras de la Oficina General de Correos en 1916. El objetivo de esta iniciativa era conmemorar y crear conciencia acerca de la contribución realizada por generaciones de patriotas para la liberación de la nación irlandesa. En la actualidad, la República de Irlanda solo cuenta con 9 días festivos anuales, frente a los 11 de la media europea, o frente a los 15 de Finlandia o los 14 de Malta o España. Ó Snodaigh se apoyó en una declaración del eurodiputado del partido gubernamental Fine Gael (conservador y no nacionalista), Brian Hayes, en la que afirmaba que debían concederse nuevos días festivos para reconocer los sacrificios hechos por los irlandeses durante la crisis económica.
Sin embargo, la iniciativa ha sido rechazada por la mayoría de la Dáil. La ministra de Patrimonio, Heather Humphreys, ha defendido la conmemoración anual del Levantamiento de 1916 que tiene lugar cada Lunes de Pascua. La creación de un nuevo festivo supondría una pérdida de productividad de 396 millones de euros, afirmó la ministra.
Por su parte, el diputado de Fianna Fáil (partido nacionalista de centro, en la oposición) Éamon Ó Cuív, respaldó la posición del Gobierno de mantener la celebración el Lunes de Pascua, fecha para la que propuso la designación de Lá na Saoirse (Día de la Libertad). Llegó a afirmar que “para algunos ‘Lá na Poblachta’ podría tener un sentido negativo, mientras que todos se sentían cómodos con la idea de la independencia».
En cambio, Eamon Ryan, líder del Partido Verde, reclamó un día festivo para el 1 de febrero, Día de Santa Brigida, «para celebrar nuestra tradición y nuestro lado femenino». Santa Brígida ,»la patrona principal de nuestro país», no es sólo una tradición católica o cristiana, sino más amplia, tan amplia que nos devuelve a la prehistoria del festival de la diosa celta Brigid».
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