La historia irlandesa está llena de héroes, pero también de traidores. En la épica irlandesa siempre ha estado presente el papel relevante del traidor. Desde el ficticio Gypo Nolan [en la foto] que, preso del alcohol, delata a un amigo y camarada dirigente del IRA durante la guerra de 1922 (en The Informer, que escribió Liam O’Flaherty en 1925 y llevó al cine John Ford en 1935, estrenada en España como El delator) hasta el real Denis Donaldson, administrativo del grupo parlamentario del Sinn Féin en la Asamblea de Stormont, al que Londres acusó de espiar para el IRA como excusa para suspender la autonomía norirlandesa en 2002 y bloquear así el proceso de paz, cuando en realidad llevaba décadas siendo un topo al servicio de la inteligencia británica, y que, tras desvelarse su secreto en 2006, fue asesinado por unos desconocidos.
La línea que separa al traidor del héroe a veces es muy delgada y se difumina. Como en el cuento Tema del traidor y el héroe que Jorge Luis Borges ambientó en la Irlanda revolucionaria. La memoria de la turba también habla de héroes que son traidores o, vistos desde la orilla de enfrente, de traidores que son héroes. Por eso en el colofón hemos rendido este humilde homenaje a este relato irlandés del gran cuentista argentino:
Este libro se terminó de imprimir
en el 76.º aniversario de la publicación por vez primera
del cuento ambientado en Irlanda Tema del traidor y el héroe
de Jorge Luis Borges en la revista Sur, en el número 112 correspondiente
a febrero de 1944,
en los Talleres Editoriales Cometa, S. A.
de Zaragoza
Por cierto, si queréis leerlo, podéis hacerlo en este mismo blog. Pulsad el siguiente enlace: Tema del traidor y el héroe, de J. L. Borges.
La acción transcurre en un país oprimido y tenaz: Polonia, Irlanda, La república de Venecia, algún estado sudamericano o balcánico… Ha transcurrido, mejor dicho, pues aunque el narrador es contemporáneo, la historia referida por él ocurrió al promediar o al empezar el siglo XIX. Digamos (para comodidad narrativa) Irlanda; digamos 1824. El narrador se llama Ryan; es bisnieto del joven, del heroico, del bello, del asesinado Fergus Kilpatrick, cuyo sepulcro fue misteriosamente violado, cuyo nombre ilustra los versos de Browning y de Hugo, cuya estatua preside un cerro gris entre ciénagas rojas.
Reblogueó esto en El blog de Chesús Yuste.