Irlanda del Norte está de nuevo sin gobierno y la razón no es otra que el Brexit. El primer ministro noirlandés, Paul Givan, del Partido Unionista Democrático (DUP), anunció el jueves su dimisión en protesta por los controles aduaneros entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte que impone la aplicación del Protocolo en vigor desde la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Esta nueva crisis parece enmarcada en los movimientos preelectorales de cara a las elecciones autonómicas previstas para el 5 de mayo, para las que las encuestas apuntan a una debacle del DUP y a una victoria histórica del Sinn Féin. Lo cuenta en la siguiente información Begoña Arce en El Periódico.
El sistema de gobierno compartido entre unionistas y republicanos implica que la dimisión de Givan conllevó el cese automático también de la viceprimera ministra Michelle O’Neill del Sinn Féin. El Ejecutivo ha quedado en suspenso y la vida política noirlandesa paralizada una vez más.
El Protocolo, con los controles de mercancías en el Mar de Irlanda, representa para los unionistas una traición intolerable que “socaba la unión y la integridad económica del Reino Unido y la posición que en él ocupa Irlanda del Norte”, recordó Jeffrey Donalson, líder del DUP. El miércoles, el responsable de agricultura de su partido dio la orden de que cesaran los controles.
La próxima semana está previsto que prosigan los contactos entre la ministra de Exteriores, Liz Truss, y el vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, a fin de encontrar la fórmula que ayude a solventar la crisis.