Sir Alasdair Fraser, Director del Servicio de Procesamientos Públicos (PPS) de Irlanda del Norte (departamento gubernamental encargado de perseguir delitos, presentar acusaciones y preparar casos ante los tribunales), acaba de anunciar que no va a procesar a nadie por el asesinato del abogado de derechos humanos Pat Finucane, asesinado en 1989. Por tanto, ningún responsable de la antigua policía norirlandesa (la Royal Ulster Constabulary, RUC) ni de la inteligencia militar británica se sentará en el banquillo, a pesar de que las investigaciones han confirmado la colaboración entre las fuerzas de seguridad y el terrorismo lealista (protestante). Semejante decisión ha causado indignación en la familia Finucane, en la sociedad norirlandesa (especialmente en la comunidad nacionalista) y en las organizaciones defensoras de los derechos humanos, que consideran un escándalo la actitud de las autoridades británicas ante la ‘guerra sucia’.
El 12 de febrero de 1989 un grupo de paramilitares lealistas encapuchados asesinaron a tiros (con 14 disparos) a Pat Finucane, en presencia de su esposa, en su casa de Belfast Norte. Pat era un abogado de 39 años, de familia republicana, que había defendido a muchos prisioneros del IRA (destacando entre ellos el líder de la huelga de hambre de 1981 Bobby Sands).
Hace cuatro años se presentaron las conclusiones del Informe Stevens, una investigación acerca de la colusión (confabulación) entre la RUC, el ejército británico y los paramilitares lealistas de la UDA (Asociación para la Defensa del Ulster) causante de la muerte de muchos inocentes en los años ’70 y ’80, incluido el abogado Finucane. La investigación de Lord Stevens concluye señalando la actitud obstruccionista del ejército británico y de la RUC, la ocultación de datos y pruebas, así como la participación de varios agentes en la comisión de al menos una veintena de asesinatos por escuadrones de la muerte unionistas. Además, el Informe del juez canadiense Cory, también en 2003, solicitaba una investigación sobre la muerte de Finucane dadas las evidentes sospechas de colaboración entre la policía y los lealistas. Sin embargo, desde entonces no se había adoptado ninguna decisión sobre el inicio de los procesamientos. Las autoridades han retrasado cualquier iniciativa hasta este momento, en que han decidido darle carpetazo al asunto.
La familia Finucane ha reaccionado reclamando una investigación pública independiente y cuenta con el respaldo del Taoiseach y del Dáil (el Primer Ministro y el Parlamento de la República de Irlanda), de congresistas de los Estados Unidos como Frank Pallone, de organizaciones como Amnesty International o la Comisión de Derechos Humanos de Irlanda del Norte, y de partidos políticos como el Sinn Féin y el SDLP.
- Más información sobre todo el caso, en esta web (donde se incluyen todas las investigaciones de Lord Stevens y del juez Cory, así como debates parlamentarios, etc.).
- Para proseguir con el trabajo de defensa de los derechos humanos al que se dedicó Pat Finucane, se ha creado el Centro Pat Finucane por los Derechos Humanos y el Cambio Social, que dispone de este sitio web.
Innisfree 
Una vez más, los periodos de abusos y delitos de Estado de los sistemas autoritarios pretenden irse ‘de rositas’ cuando se descubre el pastel. Hay tantos ejemplos que me da náuseas escribir alguno. Lamentablemente, no tiene solución (como en España, que los policías de la Político-Social ficharon al día siguiente de la caída como si nada, hasta hoy), salvo que cambien mucho las cosas, pero no creo. Y para maniobras obstruccionistas y de ocultación, como los ejércitos o las religiones, no hay nada, y si son británicos, todavía menos.
Esperemos que algo cambie por fin esta vez.
Un abrazo
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