Recordando el rodaje de ‘El hombre tranquilo’

El editor de Doce Robles, Javier Lafuente, de vez en cuando rememora en su cuenta de Facebook interesantes anécdotas relacionadas con la historia del cine. El otro día rindió homenaje a El hombre tranquilo de John Ford, a la que este blog debe su titulo. Por eso le tomo prestado su comentario. Espero que os resulte de interés.

thornton y mary kate

Recordando el rodaje de El hombre tranquilo

Javier Lafuente

 

Michaleen Oge Flynn:

—¿Casada? ¿Mary Kate? ¡Qué disparate! Con su piel pecosa y su mal genio… Es una pelirroja con todas las consecuencias.

 

Michealeen y ThorntonSean Thornton (John Wayne) regresa a Innisfree, su tierra natal, después de muchos años en Estados Unidos. Michaleen Oge Flynn (Barry Fitzgerald), un curioso personaje, casamentero, recadero y muy aficionado a la bebida, le guiará en su regreso. Cuando Thornton se fija en la bella Mary Kate Danaher (Maureen O’Hara), Michaleen le advierte sobre su mal genio y sobre otras circunstancias.

El hombre tranquilo (1952) está considerada con todo merecimiento como una de las obras maestras del cine, o como «uno de esos milagros que te salvan la vida», tal como la definió José Luis Garci. Frank S. Nugent y John Ford escribieron el guion, basado en una historia de Maurice Walsh, publicada en 1933.

Los estudios de Hollywood no confiaban en la “tonta historia irlandesa” y varios la rechazaron. Republic Pictures tampoco mostró entusiasmo, aunque se hicieron cargo cuando John Wayne y Maureen O’Hara aceptaron rodar para el estudio un western, que sería Río Grande. También asumieron que debían rebajar sus salarios habituales.

El hombre tranquilo se filmó en varias localidades irlandesas. La principal fue Cong, en el condado de Mayo, que representa a la ficticia Innisfree y que es un gran centro turístico desde el estreno de la película. Allí es donde se encuentra el mítico Cohan’s Pub, que en realidad era una tienda de comestibles. Más tarde se convirtió en una tienda de recuerdos y desde 2008 pasó a ser un verdadero pub irlandés, un calco del filme.

John Ford, que ganó su cuarto Oscar por esta película, se sintió inseguro y temeroso durante las primeras semanas de rodaje. A John Wayne le confesó que era la primera vez que le ocurría algo parecido. Incluso cayó enfermo, por lo que Wayne tuvo que dirigir la escena de la carrera de caballos. El actor lo hizo tan bien que Ford, quizá por orgullo o envidia, se recuperó al instante.

El día en que John Ford proyectó la película para los ejecutivos de Republic Pictures, estos le recordaron que nunca lanzaban una película que superara los 120 minutos, porque creían que el público no aguantaba más de dos horas en las butacas. Muy alterado, el director accedió a cortar los nueve minutos sobrantes y volvió a proyectarla. Cuando el metraje llegó a los 120 minutos, justo en medio de la pelea, la pantalla se puso en blanco y se encendieron las luces. Luego habló Ford: “Aquí tenéis el corte, exactamente a los 120 minutos. ¿De verdad pensáis que los espectadores se removerán incómodos en sus butacas?”. Naturalmente, el estudio cedió.

Uno de los grandes misterios de la película, y de la historia del cine, es lo que Mary Kate le cuenta al oído a Sean Thornton en la escena final de la película, que provoca una reacción de sorpresa en el personaje. Lo que le dijo sólo lo supieron Maureen O’Hara, John Wayne y John Ford. La actriz exigió que sus palabras nunca fueran reveladas. En sus memorias, O’Hara cuenta que al principio se negó a soltar la frase ya que “no podía decirle eso a Duke”. ¿Qué le contó a Wayne para que este reaccionara así?

Si Ford y Wayne tenían su genio, Maureen O’Hara no se quedaba atrás. En la escena en que Thornton descubre a Mary Kate en su casa, el viento le azotaba el pelo en la cara de forma tan feroz que ella tenía los ojos cerrados. Ford le gritó para que los abriera. «¿Qué sabrá un hijo de puta calvo sobre el pelo azotando sus ojos?», le respondió la actriz gritando.

el personal de The Quiet Man

La película contó con numerosos vínculos familiares. Trabajaron dos hijos de John Ford, además de su hermano Francis (el moribundo que se levanta para ver la pelea), con quien no se llevaba nada bien: Francis filmó sus escenas y se marchó sin despedirse. John Wayne llevó a sus cuatro hijos con él, que aparecen en una escena. Barry Fitzgerald y Arthur Shields, que interpreta al vicario protestante, eran hermanos en la vida real. El hermano de Maureen O’Hara, Charles B. Fitzsimons, interpretó a uno de los hombres del IRA. Además, el hijo de Victor McLaglen, Andrew, ejerció de asistente de dirección.

Maureen O’Hara lo pasó mal durante la larga secuencia en la que Wayne la saca del tren y la lleva a la fuerza por el campo. En primer lugar, porque quedó magullada, ya que no utilizó dobles; pero también porque Wayne y Ford le gastaron una broma desagradable: previamente habían esparcido estiércol por el lugar donde se arrastra por el suelo.

Victor McLaglen, que tenía 64 años, no estaba bien de salud y tuvo que actuar con mucha precaución (y con un doble) en la célebre escena de la pelea.

White O’Morn (Blanca Mañana), la casa que compra el protagonista, quedó prácticamente destrozada en años posteriores debido a los admiradores de la película (los llamados Quiet Man Crazies), que se llevaron casi todas las piedras como recuerdo.

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