Paramilitares unionistas norirlandeses rompen los acuerdos del Viernes Santo por los controles del Brexit

mural lealista

La situación en Irlanda del Norte se está complicando desde la entrada en vigor del Brexit. Este jueves las organizaciones paramilitares lealistas norirlandesas han advertido al primer ministro británico, Boris Johnson, que retiran temporalmente su apoyo al Acuerdo del Viernes Santo a consecuencia del Protocolo de Irlanda del Norte que crea una frontera en el Mar de Irlanda tras la retirada de Gran Bretaña de la Unión Europea. El Consejo de Comunidades Lealistas (LCC), un grupo paraguas formado por la Fuerza de Voluntarios del Ulster (UVF), la Asociación de Defensa del Ulster (UDA) y el Comando de la Mano Roja, bandas armadas que respaldaron el histórico Acuerdo de paz del Viernes Santo en 1998 y que contribuyeron a poner fin a décadas de violencia en Irlanda del Norte, han declarado que están decididos a realizar una oposición «pacífica y democrática» al Protocolo de Irlanda del Norte.

En la carta enviada al Premier británico, el presidente del LCC David Campbell declara: «No tengo ninguna duda de que usted es consciente de los fuertes sentimientos en Irlanda del Norte con respecto a la imposición del Protocolo, pero deseo dejar constancia de la oposición unánime de todos los Grupos que están representados por LCC al Protocolo y nuestra determinación de que debe ser reemplazado».

La carta acusa al funcionamiento del Protocolo de Irlanda del Norte de violar los objetivos del Acuerdo de Belfast, también conocido como el Acuerdo del Viernes Santo. «Como signatarios del Acuerdo de Belfast, comprendemos perfectamente las firmes declaraciones de los nacionalistas irlandeses de que no debería haber una frontera rígida en la isla de Irlanda. De igual forma, debería ser evidente que no debería haber una frontera rígida, ni física ni regulatoria, entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido. Sin embargo, el Protocolo da como resultado la posición nacionalista irlandesa a expensas de la posición unionista».

Campbell escribe que el negociador jefe de la UE se negó a reunirse con los representantes de su grupo y acusa al ministro de Asuntos Exteriores de Irlanda, Simon Coveney, de ignorar sus preocupaciones. «La dirección del LCC está decidida a que la oposición unionista al Protocolo sea pacífica y democrática. Sin embargo, no subestime la fuerza del sentimiento sobre este asunto en toda la familia unionista».

La carta continúa: «En consecuencia, se me ha dado instrucciones para informarle que las Agrupaciones Lealistas retiran su apoyo al Acuerdo de Belfast y sus Instituciones hasta que se restablezcan nuestros derechos en virtud del Acuerdo y se modifique el Protocolo para garantizar el acceso sin restricciones de las mercancías, servicios y ciudadanos de todo el Reino Unido. Si la UE no está preparada para honrar la totalidad del Acuerdo, entonces será responsable de la destrucción permanente del Acuerdo».

Campbell prosigue: «El LCC está preparado para desempeñar un papel significativo en la búsqueda de una solución viable, sin embargo, un punto de partida tiene que ser la aceptación de que una frontera dura de la isla de Irlanda, o entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido, no tiene apoyo entre las comunidades aquí y, por lo tanto, es insostenible «.

Y concluye: «Debe ser obvio para usted que los factores desencadenantes detallados en el artículo 16 del protocolo, es decir, las dificultades económicas y sociales extremas, ahora son aplicables y debe actuarse sin más demora».

Se espera que la LCC envíe una carta similar al Taoiseach (primer ministros irlandés) Micheál Martin.

Sir Jeffrey Donaldson, un diputado del DUP por Lagan Valley, se reunió con el LCC y dijo que no había evidencia de que los grupos planearan usar la violencia para oponerse al controvertido protocolo. Le dijo a la BBC Radio Ulster que salió de su reunión con el LCC sin tener «la menor sensación de que los paramilitares lealistas fueran a volver a la violencia en oposición al Protocolo de Irlanda del Norte». 

Los unionistas han expresado una feroz oposición al Protocolo de Irlanda del Norte en medio de temores y preocupaciones sobre la posición de Irlanda del Norte en el mercado interno del Reino Unido. El protocolo tiene como objetivo evitar una frontera dura en la isla de Irlanda de acuerdo con el Acuerdo del Viernes Santo, pero ha aumentado el volumen de trámites burocráticos asociados con el traslado de productos agroalimentarios de Gran Bretaña a Irlanda del Norte.

El Premier británico Boris Johnson ha anunciado recientemente la extensión de un período de gracia que ha estado limitando la burocracia para los productos agroalimentarios que ingresan a Irlanda del Norte desde Gran Bretaña, lo que generó duras críticas de la UE por la decisión unilateral.

Se prevé que el volumen de trámites burocráticos aumente significativamente cuando finalice el período de gracia, y las empresas de Irlanda del Norte deben poseer certificados sanitarios de exportación de la UE para productos agroalimentarios traídos de Gran Bretaña.

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