‘Rebellion’, la serie de Netflix sobre 1916

Con motivo del Centenario del Levantamiento de Pascua de 1916, en Netflix puede verse una miniserie histórica de cinco capítulos sobre dicho acontecimiento, titulada Rebellion. Cristina Martínez, seguidora de Innisfree, ha escrito esta reseña. 

‘Rebellion’, la serie de Netflix sobre 1916

Cristina Martínez

El “Levantamiento de Pascua” es un hecho base sobre el que se asienta la historia contemporánea de Irlanda. Hecho histórico también básico para la industria cinematográfica que suele sacarle todo el jugo al asunto y, sobre todo, desde Roma (2005-2007), que volvió a poner de moda la ficción histórica (y desde la cual no hemos dejado de ver nuevos estrenos históricos).

rebellion_400mm_x_200mm_ad-1-1800x900Lo primero que me gustaría decir antes de pasar a comentarla es que no soy absolutamente objetiva con esta serie, ni puedo ni quiero. Trata sobre Irlanda y ya con eso muy mala debería de ser para que no me gustara. Y más sobre un acontecimiento tan importante y dramático como lo fue éste. Pero supongo que si lees este post y en este blog es porque también te fascina este maravilloso isla.

Rpearse-y-connolly-rebellionebellion es una miniserie de cinco capítulos sobre el Levantamiento de Pascua que tuvo lugar en Irlanda en 1916; como se puede ver en la fecha, es una serie que conmemora el centenario de este levantamiento. Aunque estrenada por la plataforma Netflix en enero, es una coproducción entre Irlanda (RTÉ), Reino Unido (Touchpaper Television) y Estados Unidos (Sundance Channel) y dirigida por el finlandés Aku Louhimies —cuyo origen levantó cierto resquemor—. Rebellion se ha convertido en el drama histórico más caro de la televisión irlandesa —con 6 millones de euros de presupuesto—, lo que refleja la disposición de la cadena y la importancia del acontecimiento. El Levantamiento de Pascua supuso el principio del fin a ocho siglos de dominio, más o menos efectivo, por parte del gobierno inglés. Tras la reforma de la Iglesia de Inglaterra (siglo XVI), los irlandeses, que, en su mayoría se mantuvieron católicos, fueron perdiendo progresivamente el  control y los derechos sobre su isla. Ocho siglos de contacto entre ambos pueblos que no sirvieron para llegar a una integración de ambas culturas.

El siglo XIX supuso el inicio de la toma de conciencia irlandesa. De esta forma, la pérdida del parlamento propio (Acta de Unión, 1800) y la diferencia con respecto al norte de la isla (más industrializada y en su mayoría anglicanos), así como la crisis económica tras la Gran Hambruna, supusieron el caldo de cultivo perfecto para el surgimiento de movimientos nacionalistas, que fueron incrementando su actividad y que eclosionaron a principios del siglo XX.

En agosto de 1914 el Consejo Supremo de la Hermandad Republicana Irlandesa (IRB) decidió pasar a la acción bajo la famosa premisa de “los problemas de Inglaterra son las oportunidades de Irlanda”. La I Guerra Mundial había comenzado un mes antes y tenía a Inglaterra completamente sumergida en ella. Aprovechando esta inestabilidad, la rebelión tuvo lugar, especialmente, en Dublín desde el lunes de Pascua, día 24 hasta el 29 de abril de 1916, con objetivo de tomar los edificios claves de la ciudad (Ayuntamiento, los juzgados, la Oficina Central de Correos) y resistir el tiempo posible al inevitable poderoso ejército británico (una parte del cual estaba constituido también por irlandeses). Aunque planificado por la IRB, fue llevada a cabo por los Voluntarios Irlandeses (brazo armado de la IRB), liderados por Patrick Pearse, y por el Ejército  Ciudadano Irlandés (ICA), liderado por el sindicalista James Connolly. [Para aquel que quiera saber más sobre esta revuelta en este blog hay dos docenas de entradas dedicadas con mejor y mayor detalle a este hecho: https:// innisfree1916.wordpress.com/historia-de-irlanda/1916-el-origen/ ]

En la serie, la primera escena se sitúa en julio de 1914, tras una actuación musical en un evento, los irlandeses reunidos se enteran de la participación de Inglaterra en la Primera Guerra Mundial. Y desde esa primera escena se ve claramente la división de la sociedad irlandesa entre los que están a favor del Home Rule —devolver la autonomía a Irlanda por medio de un parlamento propio, pero bajo la soberanía del rey inglés— y los que están a favor de la independencia total de Irlanda.

Sin embargo la serie sigue la experiencia de tres mujeres ficticias durante los acontecimientos. Tres mujeres tenaces y modernas, a pesar de ser de diferente estrato social: Elisabeth Butler es estudiante de medicina e hija de una familia de banqueros poderosos de Dublín, Francis O’Flaherty es una huérfana que da clases de gaélico y May Lancey, provinciana que llegó a Dublín para trabajar en la administración británica. Tres mujeres que desafiarán el mundo en el que viven y lucharan por lo que creen, sin importar (y aceptando) las consecuencias.

La aparición de personajes históricos son escasos y secundarios, centrando la acción en las tres protagonistas y su mundo más próximo, lo que le da al director mayor libertad y juego. Contando la historia a través de personas anónimas refleja el sentimiento y la acción de la parte popular que participó y vivió la situación, dejando a un lado las “heroicidades” de los personajes históricos, dando a la serie mayor emotividad. Además, de esta forma vemos las dificultades de luchar por unos ideales cuando al mismo tiempo se tiene que luchar en “pequeñas” batallas cotidianas (un matrimonio no deseado, problemas sentimentales, familiares o económicos, etc.).

El director no ha querido dejar de lado ningún momento primordial. En cinco capítulos ha sido capaz de concentrar los hechos importantes: la preparación del levantamiento, los problemas que tuvieron, sobre todo debido a la participación de diversos grupos (por ejemplo, Elisabeth y Jimmy participan en la rebelión bajo el Ejercito Ciudadano Irlandés, mientras que Francis lo hace bajo la Hermandad Republicana Irlandesa) y las consecuencias. Aunque, para mi gusto, considero que el director ha mostrado poca tensión previa al estallido. No se masca la tensión propia de una “revolución”, que todo el mundo conocía que se iba a producir, incluso el Gobierno británico. De ahí que mucha gente haya considerado el inicio de la serie un poco lento. Pero se compensa con un final tremendamente emocionante.

Varias cosas son las que me han gustado de la serie: un casting casi por entero irlandés y que haya varias escenas en gaélico, lo que le da una mayor autenticidad a la historia. Por ejemplo entre el casting destacan las tres protagonistas: la estudiante de medicina Elisabeth Butler (interpretada por Charlie Murphy: Philomena o Northmen: A Viking Saga); la profesora de gaélico Francis O’Flaherty (interpretada por Ruth Bradley: Primeval o Grabbers) y May Lancey (interpretada por Sarah Green, famosa presentadora inglesa). Además de contar con la aparición estelar de Michelle Fairley, como Dolly Butler, madre de la burguesa rebelde, y que todos conocéis… si os digo que ha hecho de Catelyn Stark, en Juego de Tronos.

En definitiva, es una serie de buena producción, a la altura de otras históricas celebres (nada tiene que envidiar a Downton Abbey o Outlander, excepto el presupuesto), a pesar de su corta duración, y esto a veces es bueno: así no tienen tiempo los guionistas de desvirtuarla. Con magníficos escenarios y vestuarios, cumpliendo siempre el rigor histórico (que los acontecimientos que relata solo tengan un siglo ayuda a que los escenarios reales se sigan manteniendo en pie). Además de ser muy emotiva y emocionante, sobre todo gracias a un final esperanzador/abierto, que nos hace ilusionarnos con una posible continuación (¡Ojala! Que después de esta rebelión sucedieron muchas cosas en Irlanda).

Esta entrada fue publicada en 1916, Cine, Historia de Irlanda. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario