Ya lo habíamos anunciado, pero ayer se hizo realidad en la Dáil, cámara baja del Parlamento de la República de Irlanda. Un hijo de emigrante indio, públicamente homosexual, Leo Varadkar, ha sido elegido Taoiseach (primer ministro), sustituyendo a Enda Kenny, por 57 votos a favor (Fine Gael e independientes), 50 en contra (Sinn Féin, laboristas y otros de izquierda) y 47 abstenciones (Fianna Fáil). A sus 38 años se ha convertido en el Taoiseach más joven de la Historia. Su elección se interpreta como una muestra de la modernización y secularización que ha experimentado Irlanda en los últimos años, tras la pérdida de peso de la Iglesia católica motivada por el escándalo de la pederastia y, en paralelo, el reconocimiento de derechos para las personas homosexuales.
En su primer discurso como Primer Ministro, Varadkar se comprometió a encabezar un Gobierno del «nuevo centrismo europeo», al estilo de Emmanuel Macron en Francia. «El Gobierno que voy a liderar no será de izquierdas o de derechas. Mientras algunos siguen obsesionados con los debates de los años ochenta, yo les aseguró que no haré lo mismo. Nos centraremos en buscar soluciones del siglo XXI y del futuro», declaró. Su Ejecutivo, afirmó, se identificará con el «nuevo centrismo europeo», con el que aspirará a «construir una república de oportunidades» en la que «cada ciudadano recibirá un trato justo» y tendrá «la oportunidad de tener éxito y de compartir la prosperidad».
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